miércoles, 23 de junio de 2010

DEPRESIÓN VAGINAL

Hace unas semanas fui a una reunión de "La maleta roja". Fue muy divertido aunque la verdad algo agotador, terminé igual que si hubiera hecho una maratón de sexo. Que si mira que bien huele, que si mira que bien sabe, que si mira que tacto, que si siente el calorcillo, que si nota como vibra, agotada, termine agotadísima.
Pero este no era el tema, si no mi depresión vaginal.
Me compre unas bolas chinas, si, unas bolas chinas monismos. Cuando fui a la reunión yo ya tenia claro que esta seria mi compra. Había leído un montón sobre ellas y sobre experiencias de otras mujeres, si, solo leído porque ninguna de mis amigas o conocidas ha usado unas bolas chinas, o no me lo ha contado, que también puede ser.
Según toda la información que había ido recopilando eran super, super excitantes. El movimiento de esas bolitas en tu interior te producía un cosquilleo perfecto para después tener un sexo perfecto o un orgasmo perfecto. Había leído un montón de historias de estas eróticas en donde el chico le regala a la chica unas bolas chinas y le dice: "Ve al baño y pontelas" y ella ruborizada accede y después todo termina en una sesión increíble de sexo y en orgasmos indescriptibles, y ya me imaginaba a mi como protagonista de todos esos relatos.
También había leído que iba muy bien para la incontinencia urinaria y que a partir de cierta edad debería utilizarse porque reforzaba la pared de la vagina ya que con los años se dilataba y se volvía más débil. Bueno la mía seguro que aun estaba en buena forma -pensaba ilusa de mi- pero cuanto mas pronto empiece mejor. Y aun más... ayudaba a que las relaciones sexuales fueran mucho mejores!!!
También había leído que mejor comprarlas de las que puedes empezar con solo una para ir practicando poco a poco y después ir añadiendo la otra. Es decir, que iba muy leída.
Todo lo que había leído y más lo dijo la señorita de "La maleta roja" Así que fue el articulo mas vendido de la reunión en donde la mayoría de las asistentes rondábamos o pasábamos de la cuarentena.
Unas bolas moniiiisiiimas!!! de color lila (igualitas a las de la foto) eso si, no eran desmontables, -De esas no tenemos, lo siento- me dijo amablemente la señorita- pero estas están hechas de un material, bla, bla, bla.... Total que me las lleve.
No veía el momento de llegar a casa y probar mi preciada adquisición. Nada más llegar se las enseñé a EL y me fui directamente a probármelas.
Mi gozo en un pozo, ni dos minutos aguantaron las bolas en mi vagina!!! Ni dos minutos!!! Hice dos veces el pasillo de casa y la primera de las bolas ya asomaba cual bebe a punto de nacer - No puede ser- me repetía a mi misma un y otra vez. -Seguro que algo falla- pero después de intentarlo unas cuantas veces mas me di cuenta de las dimensiones de mi vagina. Dios mió ¿ Que clase de vagina debo tener??? ¿Que debe sentir EL o TERMINEITOR cuando entran en mi cueva que yo creía acogedora??? (Vaya frase más tonta)
Para colmo de mis males cuando estuve comentando con algunos amigos de ambos sexos lo de mi reunión y lo de los juguetes uno de ellos soltó: -Para las mujeres hay muchos juguetito pero para los hombres donde este una buena derecha y un poco de imaginación que se quite lo demás. Si te imaginas una jovencita, aprietas algo más, que es mas madura, un poco menos....agggg
Desde ese día mi vagina esta deprimida.

Aina

Buscando mi isla

No hay comentarios:

Publicar un comentario